

Un postre clásico francés que ha conquistado los paladares de todo el mundo. Su origen se remonta al siglo XVII, cuando fue creado por los chefs franceses en la corte real de Versalles.
La receta original de la Crème Brûlée es muy sencilla y utiliza solo unos pocos ingredientes. Para prepararla, necesitarás:
- 6 yemas de huevo
- 1/2 litro de nata líquida
- 100 gramos de azúcar
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- Azúcar extra para quemar
Para comenzar, precalienta el horno a 150°C. En un bol, mezcla las yemas de huevo con el azúcar y la esencia de vainilla. Añade la nata líquida poco a poco y mezcla bien hasta que esté completamente integrado.
Vierte la mezcla en moldes individuales y colócalos en una fuente para horno. Agrega agua caliente a la fuente para crear un baño maría y hornea durante aproximadamente 40-50 minutos, o hasta que la crema esté firme en el centro.
Deja enfriar y refrigera durante al menos 2 horas antes de servir. Antes de servir, espolvorea una fina capa de azúcar extra sobre la crema y quémala con un soplete de cocina hasta que se forme una costra crujiente.
La Crème Brûlée es un postre clásico que nunca pasa de moda y siempre sorprende a los comensales. Pruébala en casa y experimenta con diferentes sabores y texturas para crear tu propia versión de este delicioso postre francés.

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